domingo, 17 de noviembre de 2013

La Calle León y Castillo, Puerto de Cabras, 1895

Luce la placa más antigua de Puerto del Rosario.

Un  rótulo que data de 1895, casi un año después de la inauguración del muelle municipal de Puerto de Cabras, con el que se le homenajeaba agradeciéndole la intercesión mostrada en la consecución de dicha infraestructura.
Conviene saber que hasta ese año la calle se denominaba calle Principal o calle Real y es la más antigua de la localidad, al ser el extremo del viejo camino que unía el embarcadero con la cabecera parroquial y municipal de Tetir, del que se independizó el municipio de Puerto de Cabras en 1835.


Rótulo de la calle León y Castillo, Puerto del Rosario, en la actualidad. [Foto aportación de Paco Cerdeña]

La formalización de este cambio en el callejero de la ciudad la llevó a cabo el Ayuntamiento Pleno en sesión de 28 de julio de 1895, donde se acordó por unanimidad poner el nombre de Don Fernando de León y Castillo a la Calle Principal, remitiéndole copia certificada como testimonio de gratitud:
            “...Habiendo dado en distintas ocasiones el Excmo. Sr. Don Fernando de León y Castillo pruebas de su interés por el bien estar y fomento de este pueblo, como a todos consta, era acreedor a que se le demostrara la gratitud del vecindario. Nadie ha podido olvidar, dijo el Sr. Presidente [habla Ramón Fernández Castañeyra], el empeño con que este ilustre patricio atendió nuestras peticiones cuando los dolorosos efectos de una calamidad terrible pesaba sobre Fuerteventura; nadie tampoco ha podido olvidar la creación, a él debida, de una Dirección de Sanidad Marítima que más tarde nos arrebató el afán de economías; grabado en la memoria de todos se halla el recuerdo de la subvención obtenida por su mediación para las obras del muelle, y cifra una de nuestras más lisonjeras esperanzas el favorable éxito que cuando las circunstancias la permitan obtendrán sus gestiones para el establecimiento del telégrafo, asunto que ya está muy adelantado, la erección de una parroquia y subasta de la carretera. Aparte de esto, hay otras cosas de utilidad general que apoyan con decidido interés, y nada más justo que corresponder en la débil medida de nuestras fuerzas a tanta distinción y a tantos servicios. Propone, pues, la presidencia, que para que en todos tiempos se recuerden los favores del Excmo. Señor Don Fernando de León y Castillo se ponga su nombre a la calle Principal de esta población como humilde testimonio de agradecimiento.”
Así lo aprobó la corporación de forma unánime.
Pero la calle, como suele ocurrir en todos los pueblos cabecera de distrito municipal, tuvo, siquiera en papel o en intención, otros nombres.
Así vemos cómo, mucho más tarde, durante la II República, el Ayuntamiento acordaba cambiar aquel nombre en sesión del 20 de enero de 1933 por el de Indalecio Prieto, en atención y agradecimiento de este vecindario por la concesión del Puerto (léase muelle comercial) y depósito de aguas. Desconocemos si este acuerdo se ejecutó en algún momento, pues fueron más las ocasiones en que declarativamente se acordó cambiarle el nombre, no trascendiendo a la documentación otros que no fueran Principal, hasta 1895, y León y Castillo, después de dicho año, para referirse a este vial de nuestra ciudad.

El muelle chico, junto a la casa número 1 de la calle León y Castillo, Puerto del Rosario. [Del libro Puerto de Cabras. Puerto del Rosario, una ciudad joven]

Sea como fuere, allí sigue el viejo rótulo con placa de mármol enmarcada en madera, clavado en la pared del edificio número uno de la calle, haciendo esquina con la de Teofilo Martínez de Escobar, en la “Explanada”, mirando la evocadora fuente, tal y como 118 años antes lo hizo por primera vez, entre voladores y adoquines, frente al muelle municipal, bañado en el salitre de la maresía.
Copyright: Francisco Javier Cerdeña Armas

martes, 5 de noviembre de 2013

La Calle Comandante Díaz Trayter

Parte de la Calle Nueva de Puerto de Cabras cambió su nombre en 1943.
El cambio recuerda a don Santiago Díaz Trayter, y lo aprobó el ayuntamiento en el 5º aniversario de su muerte.

Y es que la Calle Nueva, abierta sobre los desaparecidos acantilados, se adentraba en demanda del Charco, donde el Mando Económico de Canarias construía la barriada militar con un acuartelamiento, viviendas para oficiales y suboficiales, residencias, escuela y dos plazas, demandando su propio nombre... Y así lo propuso uno de los jefes de la guarnición.
Con lenguaje propio de la época que tratamos, la documentación oficial dice así:
“...Correspondiendo gustosa la Corporación a la laudable y patriótica iniciativa del Sr. Teniente Coronel Jefe del Batallón de Infantería Independiente número 32, de guarnición en esta plaza, expuesta en su atento escrito núm 751 de fecha 2 del  actual, de que se de el nombre de “Avenida del Comandante Díaz Trayter” a la prolongación de la “Calle Nueva”, en memoria del Comandante de Infantería don Santiago Díaz Trayter, cuyo ilustre finado dio gloriosamente su vida por Dios y por la Patria en la pasada Guerra de Liberación, este ayuntamiento asociándose a tan justo homenaje en memoria del heroico militar, de íntimo recuerdo como hijo de esta tierra, ya que convivió en ella desde el comienzo de su carrera, creando su hogar y familia y contribuyendo al mejoramiento de los intereses públicos de Fuerteventura al frente de la Comandancia Militar de esta isla y la Delegación del Gobierno de S.M., cuya autoridad militar y civil ejerció por los años de 1925 a 1926 en el empleo de teniente y capitán después, poniendo de relieve en su laboriosa gestión militar y gubernativa todo su amor y cariño a este pueblo, acuerda por unanimidad, aprobando la propuesta del Teniente Coronel Jefe del expresado Batallón, de dar el nombre a la prolongación de la calle Nueva al glorioso militar, denominándose “Avenida del Comandante Díaz Trayter.-. Que para el descubrimiento de la placa rotuladora que lleva la calle, con la solemnidad que el acto requiere, y al que asistirá la representación oficial de este Ayuntamiento, queda su organización a la acertada iniciativa del referido Teniente Coronel.”

Entre los apuntes de la hoja de servicios militares  y de las necrológicas de la época se contaban algunos de los pocos datos que hemos podido añadir a la reseña biográfica de este personaje del callejero de Puerto del Rosario:
Correspondió a don Santiago Díaz Trayter acudir al Gobierno Militar de Las Palmas el 18 de julio de 1936 para recibir el bando que declaraba el estado de guerra; entonces tenía el grado de capitán y como tal se le encargó también participar en reprimir la oposición al golpe militar en distintos núcleos de la isla de La Palma ("Semana Roja de La Palma").
Y desde aquí, a la Península, se desplazó voluntario con dos de sus hijos (!), yendo él con destino al sexto Tabor de Regulares de Ceuta, del que llegó a ser comandante jefe. Se adentró por la provincia de Málaga con destino a la capital andaluza y en esta campaña cayó herido de muerte, falleciendo el día 4 de febrero de 1938 en el hospital de Granada...

Entre sus funciones civiles, a él correspondió ejercer el cargo de Delegado del Gobierno en Fuerteventura a mediados de la Dictadura de Primo de Rivera, entre 1925 y 1926, cargo que por entonces recaía en los jefes militares que comandaban las fuerzas de guarnición en Puerto de Cabras. Y en esos años se produjeron los reajustes municipales derivados del Estatuto de 1924, con las agregaciones de Tetir y Casillas del Ángel a la capital insular.
La foto, de la década de 1960, recoge las calles Comandante Díaz Trayter y Almirante Lallemand, adentrándose en el ya populoso Barrio de El Charco, paralelas 2ª y 1ª a la orilla del  mar.

La decisión municipal de aceptar lo que se le proponía se enmarcaba en el proceso de urbanización de  la zona de El Charco, a raíz de la construcción de la barriada militar, el colegio Primo de Rivera, las residencias militares y, sobre todo, los cuarteles, de cuya puesta en marcha nos hablaban las páginas de “El Majorero”, luego “Herbaria”, aquel fugaz semanario que nació y murió en 1944.
Por entonces se explanó la prolongación de la calle nueva y el camino -ya calle- de servicio que había surgido a raíz de la construcción del muelle comercial en la década de 1930; se expropiaron casas de pescadores que se reubicaron en Las Lojas y se trasladaron los hornos que "estorbaban" la ordenación de la zona hacia Punta Gavioto.

Había que rotular estos dos nuevos muñones de calle que se abrían hacia el hoy populoso barrio de El Charco, y la propuesta del Teniente Coronel para el que pasaba delante del Cuartel parecía ideal y así lo acordó el ayuntamiento. Sin embargo, por algún tiempo se continuaría llamando calle del Charco a la que corría paralela entre la del Comandante Díaz Trayter y el mar.
Copyright Francisco Javier Cerdeña Armas