lunes, 11 de septiembre de 2017

Buques fruteros en Puerto del Rosario

El "Monte de La Esperanza", de la Naviera Aznar, comenzó su ruta quincenal uniendo Fuerteventura con Inglaterra en 1964. Su misión era el traslado de la producción tomatera que se generalizó por la isla en la primera mitad de la década de 1960.
 

"Ciudad de Alcira", de la Compañía Trasmediterránea.

El Cabildo de la isla no pasó por alto las nuevas expectativas comerciales para Fuerteventura y para Puerto del Rosario en particular. Obsequió al capitán del primer buque de la ruta tomatera con el exterior con una placa conmemorativa.

La prensa de la época recogía así la noticia de estas singladuras:

"...acudirá por primera vez a Fuerteventura para inaugurar el servicio frutero directo Fuerteventura-Inglaterra.- La exportación de tomates... fue en la pasada zafra de un millón de ceretos. Este año hay mayor cantidad de fruta como consecuencia de las mayores lluvias registradas en el pasado invierno y en el actual. De momento, el servicio de la Naviera Aznar con Fuerteventura será quincenal"

De la misma naviera, "el monte ulla" llegó en el mismo y con la misma función al Puerto de la Luz, desde donde vino el que nos ocupa.

El frutero "Monte de la Esperanza" saldría de La Luz con escala en Puerto del Rosario y destino Dublín y Liverpool. En nuestro puerto recogió la partida que Fuerteventura enviaba al mercado inglés... En esas mismas fechas la consignataria "FRUCASA" anunciaba el envío de algunos buques fruteros que despacha a cargar el tomate de nuestra isla.

Por Entonces Puerto del Rosario atisbó un cambio de signo en las exportaciones y la actividad de sus muelles. La cal daba paso, poco a poco, al cemento, y el tomate propició mejoras importantes con la construcción de tinglados de sombra.

El Matorral, cercano al actual aeropuerto de Fuerteventura, experimentó un considerable incremento de población durante las zafras tomateras: el cultivo se extendió por el tablero de la vista y desembocadura del barranco Goroy; las aguas salobres del pozo de la finca de La Marina y de la Rosa de Abajo propiciaron una importante producción; se extendió el cultivo por los tableros aledaños a lo que hoy es aerodromo internacional, y las gentes llegaban alli de toda la isla, el pueblo logró su escuela y se planteó la ermita.

Se aprovecharon viejas pistas militares para sacar la fruta de Salinas del Carmen y del barranco de La Torre, donde, ya dentro del término de Antigua, el cultivo del tomate ocupó aquel entorno.

También en Casillas, Tesjuates y Las Parcelas, se pusieron en explotación viejas zonas comunales que se cedieron temporalmente a los colonos para cultivar tomates. Se repararon pistas y caminos para sacar la producción.

Hasta entonces el tomate majorero, como tantos otros productos de la isla, salía principalmente desde Gran Tarajal principalmente a bordo de los vapores y motoveleros de la flota de Antonio Armas Curbelo que hacían el trasbordo a los fruteros atracados en el Puerto de la Luz de la capital Gran Canaria.