Juan Nolasco Morales se opone a las
pretensiones de Puerto de Cabras, 1924-1926
Uno de los últimos episodios en la
configuración territorial de la capital de Fuerteventura permanece casi olvidado en
algún rincón de la memoria colectiva. Pero no cabe duda de que incidió en las
ilusiones, en el trabajo y en la autonomía política de los vecinos del antiguo
municipio de Casillas del Ángel y del que apenas suele recordarse la fecha en
que se agregó al de Puerto de Cabras.
Pero la extinción de Casillas como municipio
se acarició por Puerto de Cabras mucho antes de 1926…
Don Juan Nolasco Morales, entrevistado en
momentos próximos a las fiestas patronales de Santa Ana 1970, confesó al
corresponsal del diario La
Provincia en Fuerteventura que la iniciativa de Puerto de
Cabras prosperó arropada por toda una trama político administrativa en los
primeros tiempos de la dictadura de Primo de Rivera.
El Estatuto Municipal de 1924 sirvió a los
burgueses de Puerto de Cabras para articular el plan de anexión de los
municipios colindantes de Casillas del Ángel y de Tetir. En rigor, conforme a
lo establecido en aquel texto legal, tanto Tetir como Puerto de Cabras debían
ser anexionados por Casillas en base a un censo que superaba los 2.000
habitantes y una extensión superficial lo suficientemente importante para
proporcionar los ingresos con que atender sus necesidades. Así lo hizo saber el
propio Nolasco Morales y don Fausto Carrión a la Corporación Municipal
a mediados de 1924.
Contestaron así –dijo Nolasco Morales- al
plan remitido por el Delegado del Gobierno de S.M. en Puerto de Cabras que
rediseñaba una isla con tres grandes términos municipales con capitalidades en
Gran Tarajal, Antigua y en Puerto de Cabras.
Además –insinuó el entrevistado- Los únicos
ingresos del Puerto se basaban en los arbitrios sobre el muelle y, como la
institución insular los reclamó como propios en base a la Ley y Reglamento de Cabildos,
“el presupuesto quedó más pobre que el nuestro”.
Y Batallaron cuanto pudieron para llevarse el
ayuntamiento. Casi dos años duró el asedio: en el camino sucumbió Tetir. Y
contra Casillas del Ángel se alentó la insumisión fiscal: los requerimientos
que el recaudador ejecutivo mandaba a residentes en Tetir y en Puerto de Cabras
llegaban a destiempo gracias a la ralentización de un servicio postal en manos
de quienes promovían el asunto anexionista desde el Puerto.
Económicamente estrangulado en el
Ayuntamiento de las Casillas del Ángel “seguimos trabajando –se lamentaba el
señor Nolasco Morales- como siempre lo habíamos hecho, quintando nuestros
mozos, elaborando censos de animales, intentando ejecutar a los deudores
residentes en otros municipios…” hasta septiembre de 1926.
Se nos destituyó por vía gubernativa. En
enero el Gobernador Civil interino, don Antonio Ribot, nombró delegado de
Gobierno en Fuerteventura a don Santiago Cúllen y fue éste el encargado de
desmontar el ayuntamiento para constituir otro proclive a la anexión, colocando
como alcalde a Juan Vera Carrión.
El resultado –dijo- ya todos lo saben,
acordaron disolverse como ayuntamiento y extinguir el Municipio de Casillas por
agregación al de Puerto de Cabras.
“¿El pueblo? … [sí que se opuso]… pues porque
el pueblo tenía más terrenos propios [y comunales, La Costa de Las Salinas y
Jarugo] que constituían un patrimonio de riqueza que entonces desaparecería y
nosotros cobrábamos unos impuestos con los que atendíamos a muchas necesidades ...
Y aunque nos prometieron muchas cosas, la verdad es que no todas se cumplieron”.
Vecinos de Casillas en una romería, década de 1960, según foto de F. Pérez Lima. |
“Fíjese que uno de los secretarios [el
penúltimo], Pepe Luís Domínguez Clavijo, tuvo que marcharse con dinero prestado
porque no ganaba ni para comer, ya que el Ayuntamiento [ya agobiado por la
presión] no le pagaba y tuve que ir al comercio de don José Castañeyra Carballo
para hacerme responsable del dinero que debía por cosas de comida”.
Finalmente no prosperó el plan de 1924, pero
la distribución de fuerzas ya estaba consolidada en la Fuerteventura de 1926: se confirmó el Cabildo como ente insular y se consiguió que los tres municipios de Casillas
del Ángel, Tetir y Puerto de Cabras formaran una sola jurisdicción con capital
en el Puerto que ya tenía la capitalidad insular desde la creación del Partido
Judicial en 1913.
Copyright: Francisco Javier Cerdeña Armas